Fue en uno de estos encargos cuando soñando el sueño de otros se supone que cometió el crimen que cambiaría su vida para siempre, y que por ende le pondría en boca de todos, pasando a formar parte de los criminales más buscados del continente y más allá. Pedro jamás supo cuál de los sueños soñados era el causante de su desgracia ya que se hacía difícil guardar testimonio de todo lo soñado. Ya saben, uno sueña luego, una vez despierto se olvida del sueño, eso era lo normal y lo esperado. Lo que Pedro no podía imaginarse en su joven vida, que uno de esos sueños le cambiaria la vida para siempre, y supondría unos cambios que le redefinirían para siempre, dando vida a Patria y a Antonio, dos partes de el mismo que no sabía que tenía dentro, y que salieron a flote por la extraña situación de un sueño que suponía un crimen consumado. Aunque todo se reducía a ese momento donde se sueña el sueño de otros, y que esos otros sueños terminan no solo por victimizarte, pero hacerte sentir realmente culpable de una realidad existente solo en mundos oníricos.