Este estudio aborda la recuperación de la memoria histórica con motivo de la Guerra Civil española. Se plantea la necesidad de ir más allá y crear unas políticas culturales memorialistas para salvaguardar los legados de la diáspora. Asimismo, se recoge cómo este patrimonio no ha sido incluido en los textos legales creados desde la instauración de la democracia hasta la actualidad, lo que ha supuesto un lento proceso de conservación y revalorización del arte del exilio. Estas ausencias se contraponen con El Laboratorio de Formas, un proyecto cultural que fue impulsado en el exilio argentino por Luis Seoane e Isaac Díaz Pardo para restaurar la identidad y la memoria histórica. Esta empresa consiguió, en el periodo del tardofranquismo, fundar el Museo Gallego de Arte Contemporáneo Carlos Maside, con obras procedentes de la diáspora; la creación de Ediciós do Castro, con una comprometida línea de publicación; y la restauración de la Fábrica de Sargadelos, símbolo de la identidad y los orígenes de la cultura gallega. De este modo, se estableció un vínculo entre pasado y presente, memoria y patrimonio cultural, a través de unas reflexiones que no se han vuelto a plantear.