La lluvia, lenta, inexorable o batallante, siempre es hermosa. Bella en parición e inocente en destrucción. Este libro presenta a la lluvia en todas sus formas: es alabanza e indulgencia, caos y belleza. En ella se vuelcan imágenes de la infancia: una yegua, la laguna, los sitios amados, el amor imposible, mítico o real, la vida en fin,la actitud ante ella y las ofrendas a la misma que entrega el agua: las reales y también las imaginarias: aquellas que se presienten en caminos, micros alucinados, árboles en carencia y en esperanza, noches insomnes y también en la música vertical, esa lluvia de notas que nos diluvia una guitarra. Ojalá en algún espejismo de vuestras vidas,el alma les haya sido tocada en bautismo de alegría y de gozo por el agua que les nutre los sueños.