Originalmente, todo el mundo tenía pleno derecho a la justicia. Ésta consistía generalmente en represalias contra la persona que supuestamente había cometido el agravio. Hoy en día, este sistema está anticuado. Nadie tiene derecho a pedir justicia. Este concepto se refleja, en primer lugar, en el hecho de que la justicia se imparte en un marco preciso y organizado, es decir, en los tribunales, y, en segundo lugar, en el hecho de que hay personas concretas encargadas de materializar la justicia e impartirla. De ahí que existan distintos tipos de tribunales, como los civiles, los penales o represivos y los administrativos. En el centro de estos diferentes tipos de tribunales, hemos centrado nuestra atención en "los tribunales penales o el sistema judicial represivo". Pero antes de continuar mi análisis, sería conveniente presentar este tipo de sistema. Conviene recordar que el sistema judicial represivo se refiere a los "tribunales penales" o a la "jurisdicción penal".
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