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El mayor desengaño, es una comedia de enredo en sus dos primeros actos, que se eleva a comedia teológico en el último. Relata la vida secular de Bruno de Hartenfaust, fundador de la Cartuja. Sin embargo, su tercer acto refiere la leyenda de la conversión de San Bruno, rodeada de circunstancias milagrosas y utilizada como base de la idea teológica de que el que espera la salvación por sus méritos propios se condena, y no así el que la espera de la misericordia de Dios. El mayor desengaño, contiene un sofisticado aparato erudito con largos razonamientos y disquisiciones teológicas, situadas en la estructura de la comedia.…mehr

Produktbeschreibung
El mayor desengaño, es una comedia de enredo en sus dos primeros actos, que se eleva a comedia teológico en el último. Relata la vida secular de Bruno de Hartenfaust, fundador de la Cartuja. Sin embargo, su tercer acto refiere la leyenda de la conversión de San Bruno, rodeada de circunstancias milagrosas y utilizada como base de la idea teológica de que el que espera la salvación por sus méritos propios se condena, y no así el que la espera de la misericordia de Dios. El mayor desengaño, contiene un sofisticado aparato erudito con largos razonamientos y disquisiciones teológicas, situadas en la estructura de la comedia.
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Autorenporträt
Tirso de Molina (Madrid, 1583-Almazán, Soria, 1648). España. Se dice que era hijo bastardo del duque de Osuna, pero otros lo niegan. Se sabe poco de su vida hasta su ingreso como novicio en la Orden mercedaria, en 1600, y su profesión al año siguiente en Guadalajara. Parece que había escrito comedias y por entonces viajó por Galicia y Portugal. En 1614 sufrió su primer destierro de la corte por sus sátiras contra la nobleza. Dos años más tarde fue enviado a la Hispaniola (actual República Dominicana) y regresó en 1618. Su vocación artística y su actitud contraria a los cenáculos culteranos no facilitó sus relaciones con las autoridades. En 1625, el Concejo de Castilla lo amonestó por escribir comedias y le prohibió volver a hacerlo bajo amenaza de excomunión. Desde entonces sólo escribió tres nuevas piezas y consagró el resto de su vida a las tareas de la orden.