A mediados del siglo XVIII se produce un incendio en la Mina de Almadén que paraliza la explotación durante años. Para resolver el problema, el estado español contrató a expertos mineros alemanes que hasta finales del siglo XVIII están trabajando como directores del Establecimiento Minero. A principios del siglo XIX, el Ingeniero español D. Diego de Larrañaga y Garate es nombrado director de las Minas de Almadén y diseña un método de explotación que perduró hasta el primer cuarto del siglo XX. Las vicisitudes del método y sus bondades y problemas fueron motivo de discusión entre los Ingenieros de Minas españoles a lo largo del siglo XIX. Con la creación en el año 1916 del Consejo de Administración de Minas de Almadén, se produce finalmente su sustitución por el método de corte y relleno. Mientras tanto, en sus 120 años de vida, se había alcanzado el piso 12 cuando en sus comienzos sólo estaban iniciando los trabajos en el piso 4.