Más que un mosaico de doctrinas o una filosofía de la senectud , es, El Mundo como voluntad y representación el intento reservado a las vez rebelde de un espíritu que anhela comprender y conocer al mundo desde la fuerza (destructora-constructora) de la voluntad, primero en su esencia instintiva producto del anima natural (naturaleza misma) luego en un re-juego existencial entre el instinto natural y la razón como producto último. Esta investigación es el intento a retomar la compresión voluntarista desde una posición posmoderna, de reconsiderar el llamado irracionalismo Schopenhaureano.