El calentamiento global lleva a un crecimiento endosimbiótico de las arcas que se desarrolla en orgánicas celulares llamadas arqueoes. El homo neoneanderthalis evolucionado es una especie resistente que puede resistir el cambio climático y prosperar en ambientes de alta temperatura, alto dióxido de carbono atmosférico y escasez de agua. Los nuevos orgánulos que se desarrollan pueden resistir el cambio climático y fijar el dióxido de carbono y el amoníaco, lo que conduce a la síntesis endógena de carbohidratos y proteínas. Las arcaéas neoneandertales tienen magnetita capaz de magnetopercepción y percepción cuántica. La percepción cuántica de bajo nivel de EMF lleva a la atrofia frontal y el dominio de las células produce un nuevo fenotipo autista con habilidades extrasensoriales de telepatía y viajes en el tiempo que llevan a la comunicación con otras civilizaciones galácticas. Las arcaeaones neoneandertales producen un fenotipo capaz de sobrevivir en ambientes extremófilos de otros sistemas estelares. Esto constituye una nueva especie humana llamada el homo galacticus.