Testimonio del milagro obrado en el seminarista de 20 años, Mateo de Rojas, de Huánuco, quien en el mes de abril de 1684, a punto de morir por una fuerte hemorragia nasal fue curado "milagrosamente" al aplicar la reliquia de una costilla del santo fundador del colegio, Toribio Mogrovejo. Así lo constatarán el rector de la institución Álvaro de Torres y Bohórquez, sus compañeros (Francisco Claudio de la Serna Espinosa, José Antonio Ruiz de Llantada, Juan Ortiz de Landaeta, Nicolás de Melgosa), dos médicos (Melchor Vásquez y José de Sanabria formados en la Facultad de Medicina de San Marcos), y hasta el propio protagonista y beneficiado. Tal acontecimiento nos ayuda a comprender el complejo mundo cultural del virreinato peruano.