Los que tenían valor eran los que preguntaban y los preguntados, los unos creían en quimeras, los otros sabían que no podían perder, más la mentira como juego existencial era el común denominador en este inverosímil viaje. Viajamos mi psique y yo por misteriosos caminos, unos a la malvarrosa, otros por desordenados paramos. muchas barreras, unas para detenerte otras para reconducirte, muchas para limitarte. Y ella era hermafrodita también perdida en el camino, misterioso como su imagen revelada a través de la pantalla, otros como los deseos desbocados allá donde mucho no es sufriente, allá donde más quiere más. El deseo pensé por momentos es una de las grandes calamidades, que jamás parece ser satisfecho, jamás colman la colma su cabida, y ella buscaba, como todos buscan, amores tras la pantalla, indiscreciones tras la pantalla, dime de tus sueños, dime de tus deseos más íntimos, háblame de tus secretos de alcoba, que es ahí donde se fraguan tragedias diversas.