Roma fue fundada por Rómulo, ésa es la versión que nos suministra cualquier texto, un día 21 de abril del año 753 a J.C., entre la primera y segunda hora del día. Pero la mayoría de esos libros aclara a continuación que ello es tan solo una versión mítica, y que la realidad debió ser muy diferente. Ahora bien, ¿cuál fue esa realidad? Aquí las discrepancias, en mayor o menor grado, suelen ser numerosas, al punto que cabría preguntarse si en verdad hubo una fundación y, correlativamente, un fundador. Luego de estudiar exhaustivamente la cuestión llego a mi propia conclusión, conforme la cual no hubo un acto fundacional concreto, sino una gestación larga y ardua, motivo por el cual prefiero hablar de nacimiento en lugar de fundación. Entonces, si bien el relato mítico es indudablemente leyenda, ésta como cualquier otra tiene un trasfondo de veracidad. ¿Cuál? Esta obra pretende responder esa pregunta.