La iglesia está ordenada por Dios para predicar las Buenas Nuevas a los necesitados y sanar a los quebrantados de corazón y proclamar la libertad de los cautivos y la liberación de las tinieblas para los prisioneros. La iglesia es llamada por Dios para dar esperanza a los desesperados y transformar las vidas de los torcidos para que vengan a la luz de Jesucristo. Por tanto, no hace falta decir que la Iglesia tiene un gran interés en la rehabilitación de los presos y en la reintegración de los mismos a la comunidad. Las cárceles de Kenia se han involucrado plenamente en la rehabilitación de los presos proporcionándoles habilidades que los ayudarían cuando salgan de las cárceles para ganarse la vida. Sin embargo, esto no ha ayudado a los presos que están saliendo de las cárceles a reintegrarse exitosamente a la comunidad a la que de una forma u otra ofendieron. Se han reportado muchos incidentes en los que el público lincha a ex presos al salir de las cárceles y otros son devueltos a las cárceles, ya sea por haber cometido un delito o por la mera sospecha de que acaban de salir de la cárcel. El estudio evaluó el papel de la iglesia en la reintegración de los prisioneros a la comunidad.
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