Es indispensable perfeccionar el proceso de selección de pueblos y ciudades, sus partes y componentes susceptibles de ser considerados como bienes culturales para facilitar y asegurar su preservación. Para lograrlo se define el patrimonio cultural urbanístico y se examina su importancia, sobre la base de vigorizar el desarrollo de las naciones en la fuerza cultural de las sociedades más que en la sola economía; real progreso que emana de su sentimiento de identidad cultural, de su memoria colectiva y cohesión social, todo apuntalado en lo más significativo, en lo más valioso para las comunidades. Se establecen las partes o los componentes de los asentamientos como potenciales componentes del patrimonio cultural urbanístico. Sigue una aproximación al concepto de "valor"; se discuten algunos principios o enfoques en la manera de valorar y evaluar. Y se proponen criterios: para identificar los valores que se confieren a los asentamientos humanos o sus componentes, para la clasificación de esos valores que faciliten la selección y para establecer jerarquías, con el objetivo de determinar su preservación. Finalmente se sugieren pasos para seleccionar y jerarquizar los bienes.