Durante el período de los años 60 hubo una gran proliferación de movimientos literarios en Venezuela donde se destacaron autores como Meneses, Liendo, González León, entre otros, los cuales ambientaron sus obras en las grandes ciudades, destacando en ellas la producción de cultura y recreándolas como un espacio que influye de manera determinante en la caracterización de los actantes. Salvador Garmendia es uno de los escritores para quien lo urbano se constituyó en el elemento simbólico que marcó la existencia de sus personajes por lo cual se consideró el estudio de su obra desde la configuración del personaje como una construcción estética de lo urbano. En este texto, se presenta dicha construcción en las obras: Los pequeños seres, Los habitantes y Día de cenizas.