La articulación de la Educación Básica se centra en procesos de aprendizaje de los alumnos al atender sus necesidades específicas de contar con escuelas mejor preparadas y de mejorar las competencias que permitan su desarrollo personal, a consecuencia de una transformación en el mundo actual, se ve reflejada en el plan de estudios 2011 y representa un desafío mayor de mejora continua con el que convergen en la educación y se encarga de una educación de calidad para el siglo XXI, donde las necesidades de aprendizaje no son las mismas de antes, por lo cual se observaron ajustes ampliamente significativos con referencia a los anteriores. En este contexto, el enfoque formativo de la evaluación se convierte en un aspecto sustantivo para la mejora del proceso en los tres niveles educativos básicos.