Este documento investiga las conexiones entre los sucesos políticos en Chile después del golpe de estado de 1973 y la evolución de la industria cinematográfica del país hasta el año 2010. En una primera etapa ilustra las restricciones que impuso la dictadura de Augusto Pinochet entre 1973 y 1990 hacia los cineastas chilenos limitando sus recursos, temáticas y formas de expresarse. Por consecuencia, muchos de ellos se veían obligados a dejar el país para seguir con su trabajo. Luego de esta investigación inicial se crea un listado de las películas que han abordado el régimen militar después del año 1990, terminando en 2010. Este catálogo y la examinación detallada de la filmografía de Miguel Littin demuestran la lenta recuperación del Séptimo Arte chileno después de los incisivos 17 años de dictadura. Su impacto se refleja en el hecho que la indagación audiovisual en la etapa dictatorial ha sido perseguida tanto por directores repatriados como por jóvenes cineastas chilenos. El estudio resume sus puntos de vista, revelando que a diferencia del documental el género de ficción se demoró hasta el 2009 en mostrarse abiertamente crítico en representaciones del régimen militar.