En la historia de la humanidad, diálogo sin fin entre el presente y el pasado, la experiencia ha ilustrado que la manera más fácil de recordar la historia, relatar los sucesos, conocer de asuntos, ha sido contándolos; hasta los menos duchos han comprendido el estilo más eficaz para describir la variedad de fenómenos en este proceso continuo, coloquio constante entre el historiador y los hechos, que ha sido la historia.