El cambio es bueno, pero tiene un precio: el sacrificio. Si la juventud africana no cambia, nada cambiará...La juventud es el producto del futuro, una nación que destruye su juventud destruye su futuro. Nadie más que nosotros, los africanos, construirá nuestro continente: el avance de África dependerá del compromiso de los jóvenes.Sin duda, la cuestión del renacimiento del continente africano está presente en nuestros pensamientos. Nos preguntamos por qué tenemos un continente que ha construido el mundo excepto a sí mismo. Sin ocultar las importantes responsabilidades en los dramas y retrocesos del continente en la actualidad, afirmamos que toda la responsabilidad del mal africano es generacional y colectiva, desde la colonización hasta la época de las independencias donde en cada nación africana se perpetraron calamidades destinadas a mantener el mal.
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