La compañera del rey león había tenido una sola cría que fue creciendo en un ambiente natural, y era la esperanza del reino para que lo gobernara en un futuro cuando su padre llegara a la vejez.Salía como de costumbre a jugar con sus amigos y mostraba mucha delicadeza, no le agradaba la brusquedad, por lo que fue objeto de burlas de los otros cachorros, lo que hizo que se apartara de ellos y se reuniera con las hembras, donde se encontraba a gusto.A oídos del león llegaron rumores de su comportamiento y decidió enviarlo donde la lechuza que era la hechicera de la comarca. En ese lugar lo dejó para que permaneciera bajo su mirada experta y descubriera que sucedía con la cría.Con el paso de los días la lechuza se dio cuenta que el cachorro se inclinaba para estar con las crías hembras y no le agradaba permanecer con los machos.Luego de varias semanas regresó el rey león para conocer sus impresiones y la lechuza le manifestó que el pequeño tenía un comportamiento homosexual.El soberano se puso furioso al saber eso y no le creyó, por el contrario, la amenazó con comérsela si seguía diciendo tamaño disparate. Se llevó a su única descendencia para entrenarlo en las labores de gobernar.