La organización universitaria, de territorialidad geográfica mundial, misión formativa, de reconocida búsqueda de la verdad mediante el trabajo académico, es artífice de innumerables iniciativas; desde su interior busca constantemente su transformación, circunscrita a una arquitectura organizativa, configuración y diseño que le permita responder a las demandas de la sociedad. Conjuntamente con la UNESCO, promueve la integración de las fuerzas de los Estados-Naciones para el establecimiento y alcance de retos, de desarrollo humano, erradicación de la pobreza y educación para todos, impulsadas por agendas que permitan adecuación y cambio de los sistemas universitarios. La universidad ha trascendido en la historia, ha sobrevivido a la sociedad feudal, es hegemónica por su misión, legítima e institucional por su autonomía, servicio a la sociedad y apoyo a una vida mejor para la humanidad. Esta concepción, aceptada mundialmente, permite una conciencia de pensamiento para la transformación. La respuesta imperativa y operativa es posible sobre la base de los principios administrativos.