En ocasiones el deseo de brindar un servicio en la iglesia, o tener algún ministerio, se debe a la búsqueda de un reconocimiento público, pero el verdadero llamado para servir debe venir del corazón. Es el que se hace sin buscar ser luminaria o estrella, es ser más como la vela que permanecerá encendida y dará luz en todo momento y siempre está ahí para cuando se necesite. En este estudio se presentan las diferentes formas del servicio que se puede dar en base a ejemplos de personas de la biblia que en diferentes situaciones sirvieron para un propósito Determinado, sin tener un reconocimiento en el momento y aunque aparentemente no pareciera de importancia, ellas estuvieron dispuestas. Ser la sal de la tierra y la luz en las tinieblas, como dijo Jesucristo (Mateo 5:13-16),es lo que la iglesia de hoy debe recordar para ser hallados cuando el llamado llegue. "El que no sirve para servir para nada sirve"