La propuesta pedagógica que les acercamos toma al sonido como soporte materico y a la música como lenguaje significante; desde una mirada ontogenética y filogenética cabe señalar que el sonido nos acompaña desde aun antes de nacer por sus propiedades de estructurador y estructurante. El sonido y la música se hallan presentes en todo fenómeno trascendente individual y grupal, tramitando la emergencia y favoreciendo la expresión de estados propios e íntimos; así como vinculares y relacionales. La música es un arte, una ciencia y comunica al dar cuenta de un proceso intra e interpersonal. Como ciencia organiza y regula; se materializa en dicho proceso; al tiempo que, como arte, metaforiza su motivo. El perfecto cómplice el ritmo, como organizador de los procesos.