La realización de actividades teatrales fomentará la motivación y la creatividad espontánea de los niños y las niñas, así como también proporcionará la comprensión, el afecto y la cooperación entre docente y estudiante. Hay recalcar que el aspecto humano en la formación de los estudiantes es una gran responsabilidad para los maestros, y el teatro es una alternativa adecuada para resolver los problemas cotidianos mediante el diálogo con el fortalecimiento de valores.