Esta investigación sobre la profesión de trabajo social en Aragón realizada mediante la aplicación de las perspectivas teóricas sobre las relaciones de género y marxistas constituye un estudio pionero en España. De acuerdo con estos planteamientos teóricos, la profesión de trabajo social sería una actividad feminizada como consecuencia de los cambios ocurridos en relación con el lugar donde tradicionalmente se ha cuidado a las personas dependientes y en relación con las personas responsables de realizar estas tareas de cuidado. Este trabajo contribuye de forma significativa a la comprensión del carácter feminizado del trabajo social, así como al análisis de las relaciones de género en la profesión y al estudio de las consecuencias del carácter feminizado de la misma, tanto para los propios profesionales, como para la visibilidad y el reconocimiento de las intervenciones profesionales que estos realizan.