Los grandes cambios y tendencias que enfrentará el sector marítimo en el siglo XXI, afectarán de manera significativa a los países que dependan de su comercio internacional, ya que deberán adaptar su infraestructura portuaria a las nuevas exigencias. Las tendencias van dirigidas a la construcción de buques de mayor calado que transporten mayor cantidad de contenedores; a infraestructuras portuarias con facilidades tecnológicas capaces de recibir megaembarcaciones y de almacenar grandes volúmenes de mercancías; a la creación de rutas alternas de navegación entre el Pacífico y el Atlántico y al incremento de concentración de servicios en el sector transporte. Ante este panorama internacional, América Latina y el Caribe, han sido escenario de transformaciones profundas, sin embargo, estas transformaciones portuarias no se encuentran a la par de las tendencias mundiales del transporte marítimo contenedorizado.