El juego es algo que todos conocemos porque todos hemos jugado alguna vez. Los animales, las plantas, las luces y las brisas, todos juegan, igual que los seres humanos, pero aunque el juego rebasa por mucho los límites de una mera actividad biológica, de una simple respuesta a los mandatos de los instintos, el juego humano, por ser un acto pleno de significado, cobra especial relevancia. En él confluyen la conciencia, lo imaginario, la representación, la fantasía, el impulso creativo y la sensibilidad, haciendo posible la experiencia lúdica, el fenómeno del juego, el acto de jugar. Emprendamos entonces un viaje a través de muchas ideas sobre el juego y de una historia fantástica narrada por un grupo de jugadores de rol. Esperemos que no sólo resulte interesante, sino que también pueda hacer germinar la curiosidad sobre esta parte tan esencial de la vida humana.