Las características principales que se encuentran en un niño con TEA incluyen la dificultad en la comunicación social, el lenguaje y las habilidades cognitivas relacionadas, el comportamiento y la regulación emocional. Un niño con TEA puede tener dificultades para reconocer e interpretar la aproximación social de otro individuo, responder a los demás de forma adecuada y falta de motivación para responder, lo que puede atribuirse a la deficiencia en el comportamiento social. El déficit de comunicación social de los niños con TEA crea una limitación en la experiencia social o la exclusión social. Los retos no sólo afectan al niño con TEA, sino también a quienes interactúan con él, es decir, a los interlocutores comunicativos (los padres). Los padres abarcan una valiosa información y perspicacia con respecto a las habilidades y dificultades de su hijo.Los profesionales que trabajan con niños con TEA deben ser conscientes del importante papel que desempeñan los padres en la progresión de su hijo. Este libro demuestra el importante papel de los padres, así como la función de marcos beneficiosos, como el enfoque de sistemas familiares y la CIDDM. La formación contribuye al conocimiento y las habilidades clínicas de los profesionales que trabajan para mejorar la calidad de vida de los niños con TEA.
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