La noche del veinticinco de mayo, en la ciudad de San Cristóbal de las Casas, un grupo de personas de Chenalhó retuvieron a dos legisladores locales, uno de ellos el Presidente de la Mesa Directiva del Congreso del Estado, para luego trasladarlos de manera violenta y contra su voluntad, al citado municipio. Ya en este sitio, se les golpeo y exhibió, amenazándolos además con quemarlos vivos si no renunciaba al cargo la Presidenta Municipal de Chenalhó, y en su lugar era designado uno nuevo, en particular quien ostentaba el cargo de Síndico Municipal. Ante los hechos violentos que sucedía en el lugar, la funcionaria municipal fue convocada a una reunión en la Fiscalía del Distrito Zona Altos de la Procuraduría de Justicia del Estado de Chiapas, en la cual estaban presentes varios funcionarios estatales, de la Secretaría de Gobierno, del Congreso y de la Procuraduría de Justicia. Ahí le exigieron que renunciara o solicitara licencia al cargo, ya que era la condición que exigía la turba enardecida para que los legisladores fueran liberados, habiéndola responsable de la suerte que podrían correr los retenidos, lo cual violentaba psicológica y moralmente a la Presidenta Municipal.