El gas natural que es extraído del subsuelo, contiene una serie de impurezas, entre las cuales están: la arena, el agua, compuestos de azufre, dióxido de carbono, compuestos oxigenados y compuestos de nitrógeno, aparte de otros componentes, que generalmente constituyen trazas, como el mercurio, gas helio, arsénico, etc. De todos ellos los más peligrosos desde el punto de vista de la corrosión son los compuestos de azufre (Sulfuro de hidrógeno, H2S y los mercaptanos) y el dióxido de carbono (CO2), llamados gases ácidos por su habilidad para reaccionar con el agua presente en el gas y formar los respectivos ácidos sulfhídrico y carbónico, responsables de la corrosión de los aparatos y gaseoductos. Por este motivo hay que realizar en primer lugar un tratamiento de desulfuración y de descarbonatación, llamados comúnmente endulzamiento del gas natural.