La lucha de las Naciones y Pueblos Indígenas de Bolivia tiene un punto central común que al mismo tiempo es una demanda histórica, y es el respeto a los derechos de las Naciones Indígenas, tanto en tierras altas como en tierras bajas, principalmente aquellos derechos referidos al manejo propio de la tierra y el territorio. Ahora bien, recientemente se puede afirmar que la gran conquista de las movilizaciones, marchas y otras acciones realizadas por el movimiento indígena originario campesino es la Constitución Política del Estado aprobada en Referéndum el 25 de enero del 2009. Esta es, al mismo tiempo, la expresión del ejercicio de la libre determinación y del derecho a la consulta, expresados en el Convenio 169 de la OIT. Sin embargo, este proceso constituyente fue complicado pero también histórico por el hecho que participaron diferentes representaciones sociales, las mismas que unían fuerzas a través de varias alianzas como ser el denominado Pacto de Unidad, integrado por instancias matrices indígenas campesinas originarias como la CSUTCB, CIDOB, CONAMAQ, FNMCIOB "BS" y CSCB. Cabe mencionar que solo se conceptúa al Pacto de Unidad a la alianza de estas 5 organizaciones bolivianas.