37,99 €
inkl. MwSt.
Versandkostenfrei*
Versandfertig in über 4 Wochen
  • Broschiertes Buch

El estudio de la Historia, y en concreto de la Historia de la Educación, puede adoptar diferentes contornos, colores, matices (como nos diría Jacques Le Goff). Puede, rompiendo con el "qué" habitual, presentarse desde otros caminos, en andares que suenan distintos, a la vez que invitadores. Eso es este libro: un peculiar diálogo histórico sobre la educación brasileña de principios del siglo XX; en este caso, la circunscrita al Colegio Imperial Pedro II de Río de Janeiro, bajo la ávida mirada del juez memorialista Pedro Nava. Al analizar los aspectos intrínsecos y extrínsecos de su producción,…mehr

Produktbeschreibung
El estudio de la Historia, y en concreto de la Historia de la Educación, puede adoptar diferentes contornos, colores, matices (como nos diría Jacques Le Goff). Puede, rompiendo con el "qué" habitual, presentarse desde otros caminos, en andares que suenan distintos, a la vez que invitadores. Eso es este libro: un peculiar diálogo histórico sobre la educación brasileña de principios del siglo XX; en este caso, la circunscrita al Colegio Imperial Pedro II de Río de Janeiro, bajo la ávida mirada del juez memorialista Pedro Nava. Al analizar los aspectos intrínsecos y extrínsecos de su producción, pretendemos discutir-elaborar una especie de historiografía transfronteriza: una en la que las fronteras, sin límites tan fijos, marcan la pauta. Historia, Literatura y Educación, juntas, hablan de un tiempo, de una forma de educar, de una cultura escolar en un espacio determinado, en aquellos tiempos que formaban la élite masculina dominante. Se trata, pues, de ahondar en los matices de la Historia de la Educación de un tiempo-espacio y, a partir de ahí, reconocer las especificidades y también las semejanzas de la realidad que allí operaba y de este tiempo que es el nuestro.
Autorenporträt
Un indigeno di passaggio che, crescendo nei vicoli delle favelas e delle strade di Belo Horizonte, si è formato nella resistenza delle vite emarginate. Lì ha imparato i modi, le corse, il modo di vivere. È cresciuto, si è rafforzato e oggi, come educatore-insegnante, continua la sua lotta per formare altri insegnanti; una costruzione comune per orizzonti più abitabili.