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Empecé a escribir sin haberme presentado, fue por falta de práctica en esta cosa de la literatura, no por querer sustraerme a la responsabilidad de lo que escribo aquí! Me llamo Pedro Peñisga y nací en Lisboa en 1539. Fui piloto durante muchos años, más de la mitad de los cuales los pasé en la India y en otras partes de Oriente, como otros pilotos de este reino, llevé a la gente a muchas partes del mundo y traje de allí tantos otros, que nunca naufragué en los muchos años que caminé en el mar, gracias a la Divina Providencia! Si yo hubiera naufragado todos me conocieran, seguramente tendría mi nombre escrito en un cuaderno con una triste historia colgada de la cuerda, contada por los narradores de historias cien y cien veces, en calles anchas y en platones, deleitando los oídos curiosos para conocer las desgracias naufragadas de nuestro pueblo, somos así, apreciamos la desgracia de los demás, mucho más que las cosas que pueden darnos alegrías y buenos recuerdos. Finalmente, guiándome a través de la aguja y las cartas, pesando el Sol y las estrellas con el astrolabio y el cuadrante, llegué a los lados del mundo navegando la grandeza de los océanos.