Este libro ofrece un estudio etnográfico sobre la educación en contextos de encierro y lanza una apuesta más allá de la dicotomía rehabilitación/enfoque de derechos. "En la escuela no hay injusticias" analiza la vida cotidiana de una institución inserta dentro de otra -desconocida para la mayoría de los ciudadanos ya que funciona detrás de los muros- que sobrevive en condiciones precarias, al igual que sus estudiantes, varones privados de la libertad ambulatoria. Sin embargo, ellos perciben a la escuela como un paraje donde es posible lo justo en tanto repara heridas pasadas: vidas signadas por la desigualdad y múltiples expulsiones escolares, propias de quienes ocupan un determinado lugar en la cartografía social. La investigación recorre las implicancias y negociaciones que supone el derecho a la educación; muestra qué significa dejar todos los días por unas horas el pabellón para aprender a leer y a escribir; mezclarse con personas condenadas por diversas causas penales y provenientes de distintos barrios, pueblos y ciudades; compartir el pasillo, el aula y los actos escolares. Vivenciar las formas que cobra el respeto -como valor diferente en relación al que exige tanto el vínculo jerárquico con los guardiacárceles como el que requiere el código de convivencia carcelario- fue crucial para comprender la escuela como uno de los pocos espacios de encuentro en este contexto como ter
Hinweis: Dieser Artikel kann nur an eine deutsche Lieferadresse ausgeliefert werden.
Hinweis: Dieser Artikel kann nur an eine deutsche Lieferadresse ausgeliefert werden.