El poeta aprovecha el otoño para reflexionar sobre el amor, la familia y la problemática de la sociedad. Hace hincapié sobre los cambios cíclicos de la naturaleza. Asume ser un comentarista de los efectos que el otoño causa sobre el paisaje, el Valle, la montaña y la salud. Se enfrenta a sí mismo. Sabe que envejece, que su fortaleza está en declive y aprovecha el ocaso del absoluto, la hegemonía de la conciencia, para revelarnos un mundo interior matizado por una variedad cromática típica del otoño. Realza las hojas amarillentas, rojizas, ocres; las llenas de vida, las convierte en el personaje central de sus poemas. Las usa a través de metáforas, para expresarnos la cotidianidad de su existencia. En el poemario ¿En las puertas del ocasö conjuga la depresión estacional del otoño con la decadencia de la vida, ya que en ambos momentos predomina la ausencia de la luz solar, todo es frío, la bruma, la borrasca causan la monotonía típica de esta estación. En forma figurativa usa el ocaso para dar a entender que después del sufrimiento hay claridad, una luz divina que hace tangible la felicidad. La intención del poeta es despejar la oscuridad del otoño con la luz del poemario.