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El propósito y la voluntad eternos de Dios para que nosotros, como hijos Suyos, nos involucremos en Sus negocios con Su habilidad en vez de nuestra habilidad. Él desea llevarnos hacia lo sobrenatural con Su unción (habilidad divina) trabajando en nuestras vidas como creyentes - Estas señales seguirán a los que creen (Marcos 16:17, 18). El motivo más grande para la creación de Dios del hombre era poder tener hijos. Él quería reproducir Su imagen en una criatura y tener un canal a través del cual Él podría fluir Su poder sobrenatural para lograr Su obra en la tierra. Él desea que Sus hijos…mehr

Produktbeschreibung
El propósito y la voluntad eternos de Dios para que nosotros, como hijos Suyos, nos involucremos en Sus negocios con Su habilidad en vez de nuestra habilidad. Él desea llevarnos hacia lo sobrenatural con Su unción (habilidad divina) trabajando en nuestras vidas como creyentes - Estas señales seguirán a los que creen (Marcos 16:17, 18). El motivo más grande para la creación de Dios del hombre era poder tener hijos. Él quería reproducir Su imagen en una criatura y tener un canal a través del cual Él podría fluir Su poder sobrenatural para lograr Su obra en la tierra. Él desea que Sus hijos lleguen a ser: "participantes de la naturaleza divina" - Su naturaleza sobrenatural. Si queremos movernos más profundo en el poder de lo sobrenatural, no podemos tener iglesia y religión de manera habitual. No puede ser comportamiento religioso formateado por la rutina. Tiene que haber un desvanecimiento del hombre exterior y un resplandecer del resplandor de la belleza de Dios y el poder sobrenatural a través del hombre interior. La conversión puede ser vista como una línea recta con cuatro pasos secuenciales que pueden ocurrir en un día: (1) Creer (2) Arrepentirse (3) Bautismo (4) Recibir el Espíritu Santo ¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬¬ = Conversión Pero el crecimiento espiritual debe ser visto como un círculo, un proceso de una vida entera de círculos repetidos de cambio y crecimiento continuos. Una parte de este proceso es vivir cerca de la cruz y morir a diario al ego, para que más de Cristo pueda vivir en nosotros: "Él debe crecer, pero yo debo menguar". Como discípulos de Jesucristo, somos llamados a una vida de constante renovación, avivamiento y crecimiento a medida que asumimos más de la naturaleza divina de nuestro Dios sobrenatural. Es el deseo y voluntad de Dios como hijos de Dios que nos asociemos con Él en lo sobrenatural. Todo que es menos que esto no será eficaz para traer liberación, sanidad y salvación a nuestro desesperadamente perdido mundo.