¿Qué hacer, pues, con los sueños? No tenemos otra opción que tomarlos como instrumento de trabajo de auto-conocimiento y de superación personal. Ya que nos están indicando caminos, y nos está integrando de manera plena, si los sabemos integrar a nuestras vidas. Porque se trata simplemente de una actividad psíquica. Se trata del trabajo de nuestra propia mente en estrecha comunicación con la realidad. El sueño no es otra cosa que nuestra propia sensación interior y purificación. Muy en el fondo de nuestra libertad interior, y, por consiguiente, de nuestro propio crecimiento. Deberíamos sentirnos contentos de que soñamos. Pues nos estamos sanando interiormente de manera natural. La tarea consiste en saber sus mensajes y recopilarlos para lograr una mejor terapia con sus respectivos resultados.