Una de las principales funciones de la universidad es promover una nueva generación de conocimiento a través de la investigación científica, tecnológica, humanística y social. Un argumento recurrente para criticar la investigación en las universidades consiste en decir que la mayor parte de sus resultados no se aplican, son por tanto inútiles y no reportan beneficios a la sociedad. En este contexto, es necesario desarrollar una investigación cualitativa para recolectar y evaluar datos no estandarizados sobre la calidad de un tema o materia de estudio, la cuantitativa para describir, explicar y predecir fenómenos mediante datos numéricos, la mixta combinando las anteriores para comprender mejor el fenómeno y la formativa como estrategia en el proceso enseñanza-aprendizaje a través de la investigación.