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Este libro trata sobre cómo el gobierno tiene que regular la publicidad engañosa mediante el establecimiento de normas legales relativas al engaño. El estándar de engaño se originó en los EE. UU. y se ha implementado en otros sistemas legales. La ley de competencia de la UE desarrolló el marco legal para la publicidad engañosa bajo la influencia de la ley antimonopolio estadounidense. Rusia, por el contrario, intentó implementar el concepto legal de la UE, pero desafortunadamente diseñó un marco legal muy general y ambiguo para la publicidad engañosa, o la llamada publicidad inapropiada. Además, el concepto de publicidad inadecuada contiene regulaciones no relacionadas con el contenido, como la violación de los horarios, lugares y formas de publicidad con el fin de controlar cantidades excesivas de publicidad. En este caso, el estándar de fundamentación significa que los anunciantes deben probar sus afirmaciones publicitarias con documentos relevantes o con evidencia científica apropiada, competente y confiable. A través de esta norma de fundamentación o fundamentación previa, la autoridad de aplicación quiere velar por su interés administrativo de mantener el control sobre la publicidad. Esta situación provoca un desequilibrio de intereses en el mercado publicitario.