Los textos escogidos representan un todo -como dirían los románticos alemanes- pese a su flagrante fragmentariedad. Buscan suscitar temas diversos, discontinuos, que dan cuenta de problemas actuales y también se enraizan en el pasado. En ellos se ratifica el ensayo como una sorpresa, una decisión del espíritu por encontrar nuevos caminos, proponer nuevos senderos de sentido, sin limitarse a una única perspectiva. En ellos cabe la literatura, la lingüística, la filosofía, un poco de arte, un toque de historia.