Vivimos en un mundo en evolución permanente y generalizada. En la educación, los cambios se deben, entre otras razones, a nuevos estilos de aprendizaje, incremento en la capacidad de asimilación de los estudiantes, aumento de los procesos de formación desescolarizada y al acceso universal a los medios, particularmente a Internet. Se hacen visibles entonces fenómenos como: nuevos entornos de trabajo, teletrabajo, la vida en red, formas alternativas de valorar el trabajo, la necesidad de formación permanente y la consideración del conocimiento como recurso clave en la sociedad. Para propiciar la generación de conocimiento tanto propio como de su comunidad, los docentes administran grandes cantidades de información. Ello implica dos aspectos importantes, de un lado los docentes deben adquirir nuevas competencia y de otro lado los ambientes de trabajo deben adecuarse para estar en condiciones de atender la nueva naturaleza del trabajo. Sobre este contexto actúa el modelo socio-técnico de innovación: Modelo Suricata , el cual pretende dar respuesta a la necesidad de gestión del conocimiento personal y corporativo y para afrontar la sociedad del conocimiento.