La ausencia de un programa de entrenamiento sistemático de la fuerza en un deporte que requiere altos niveles de fuerza explosiva y reactiva, en diferentes acciones de juego, puede significar una gran desventaja al momento de afrontar dichas acciones contra sus oponentes. El entrenamiento de la fuerza realizado de manera sistemática y controlada tiene un efecto positivo sobre la capacidad de salto de los deportistas; desde el punto de vista metodológico, el desarrollo consecutivo de las diferentes manifestaciones de la fuerza, permite un optimo aprovechamiento del efecto residual que produce una manifestación en el desarrollo posterior de otras capacidades, evitando de esta manera lesiones por sobrecarga y mayor eficiencia en las acciones de juego que requieren la potencia de salto.