El conocimiento no es acabado ni inmutable, hay que indagar de qué manera nace de la ignorancia, de qué manera llega a ser más completo y más exacto. Hay que utilizar del conocimiento previo, aunque esté equivocado, como fuente para otros nuevos. Sin embargo, también se precisa organizar el trabajo desde los aciertos y potencialidades, que sirven de bases para resolver los problemas. El objetivo de este libro estuvo dirigido a perfeccionar la contextualización de la planificación del proceso de enseñanza-aprendizaje para una educación equitativa, inclusiva y de calidad. La esencia consistió en la utilización de los errores y potencialidades como organizadores del curriculum para la planificación del proceso de enseñanza-aprendizaje desarrollador. La adecuada concepción que sobre estos deben tener los docentes se establece como hilo conductor para aprovechar sus potencialidades en el proceso de enseñanza-aprendizaje. La idea rectora que aquí se presenta es que al error no debe temérsele, por el contrario, bienvenido sea siempre que haga uso de presencia, para ello hay que tener presente que cada uno es una utilísima semilla que hay que saber tratar para que llegue a flor y a fruto.