Siempre que un investigador en plena actividad arriba al terreno de los conceptos no puede dar un paso sino es auxiliado por la Filosofía que le proporciona un método para la síntesis de las ideas. Por eso llegado el momento en su vida, todo investigador necesita dejar atrás el empirismo y comenzar a desarrollar el pensamiento teórico para penetrar con mayor profundidad en las leyes del desenvolvimiento del objeto de investigación. El libro acerca al lector a dar riendas sueltas a sus interrogantes cuyas respuestas le permiten un desarrollo personal. Los ejemplos aquí escogidos demuestran cuanto hay que pensar una vez concebido el objeto de investigación. La idea que acompaña a los autores es plantear un camino sin rigidez alguna para que el investigador alcance la posibilidad de meditar y crear constantemente en la medida en que se apodera del método que le permite ejercer la soberanía de su pensamiento.