En Escrituras de lo diabólico (1868-2013), Carlos Mario Mejía Suárez estudia obras latinoamericanas donde la imagen diabólica se usa para mapear los retos de la alteridad en la producción literaria. Frente a trabajos que se concentran en el diablo ya desde un punto de vista historiográfico o vinculándolo exclusivamente a la herencia colonial, este trabajo se concentra en la invocación moderna de lo diabólico, desde el Fausto criollo (1866) del siglo XIX hasta novelas contemporáneas como Los estratos (2013) y Diablo guardián (2003), pasando por obras representativas del boom latinoamericano como Grande Sertão: Veredas (1957), El lugar sin límites (1966) y novelas experimentales como Cola de lagartija (1983). Este estudio mapea las críticas a las convenciones de lo real a partir del análisis del estatuto familiar o fantástico del diablo en cada obra. Conecta esta crítica con valores implícitos por la aventura de los protagonistas en su transgresora búsqueda de objetos de deseo. Más importante, estudia los límites de estas categorizaciones estructurales para representar la alteridad. Estas limitaciones se manifiestan en cómo cuerpos y lugares en estas obras se rebelan contra la imposición del regimen de significado que los condena a la expulsión y al sacrificio.