En la vida uno avanza, permanece en el mismo sitio o retrocede. El objetivo deber ser, por supuesto, progresar. "Como educador soy testigo de los avances y retrocesos, de progresos y estancamientos de los estudiantes. Ello me ha llevado a preguntarme: ¿Qué es lo que impulsa a las y los estudiantes a avanzar y progresar en sus aprendizajes, en sus metas y aspiraciones? Para dar respuesta a ésta interrogante, ciertamente, existen múltiples factores que influyen en el avance y en el progreso que cada estudiante puede tener. Entre estos factores, y por experiencia propia sé que es uno muy importante, y voy a hablarles sobre el lenguaje y el pensamiento positivo, que lo vengo impulsando en las aulas a través del "Club del Pensamiento Positivo": Escuelas Positivas. Desde pequeños incorporamos formas de pensar, actitudes para enfrentar la vida que tendemos a reforzar y automatizar. Nuestros pensamientos y palabras tienen el poder de provocar permanentemente reacciones corporales y estas a su vez comportamientos, y por este motivo, pueden conducirnos tanto hacia el éxito como al fracaso.