En la actualidad hay una enorme cantidad de información textual que es casi imposible explotar por medio de sistemas computacionales. Una de las causas de este problema tiene que ver con la estructura del léxico en las bases de conocimiento (BCL). Estas BCL no son capaces de reflejar el dinamismo lingüístico de niveles tan complejos como el semántico y pragmático, en consecuencia, los resultados que los sistemas de recuperación de información devuelven no son tan relevantes como el usuario quisiera. En esta investigación se describe cómo estructurar el léxico en las BCL de los sistemas de recuperación de información tomando en cuenta una estructura lingüística que refleje, además del aspecto gramatical, el uso real que los hablantes hacen de las palabras a través de procesos sustentados en la cognición.