Las redes de sensores inalámbricos disponen de nodos sensores alimentados por baterías con capacidades limitadas en términos de energía, alcance de transmisión, memoria y capacidad de cálculo. Las baterías son extremadamente difíciles de recargar o sustituir. Debido a la propiedad vital de la energía y se requiere la máxima vida útil de la red, la conservación de la energía juega un papel muy importante en el diseño de la red de sensores inalámbricos con el fin de prolongar la vida útil de la red. En este libro se han desarrollado varias técnicas que contribuyen a maximizar la vida útil de la red, como el enrutamiento, el control de la potencia de transmisión y la compresión de datos. Se proponen dos protocolos de enrutamiento energéticamente eficientes. Estos son el protocolo de enrutamiento de inteligencia computacional (CI) y el protocolo de enrutamiento de inteligencia de enjambre (SI). También se propone un esquema adaptativo para controlar la potencia de transmisión de los nodos mediante un sistema inmune a la confusión. Además, se proponen dos técnicas de compresión de datos. Una es para la compresión de datos ECG y la otra para la compresión de imágenes. Las técnicas propuestas se evalúan mediante simulación. La eficacia de estas técnicas se evalúa mediante simulación y se representan las mejoras.
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