Los idiomas criollo y pidgin son hablados por no menos de 50 millones de personas en todo el mundo, pero la alfabetización suele adquirirse en otros idiomas, especialmente los idiomas introducidos por las antiguas potencias coloniales en algunas partes de África. Aunque algunos lingüistas han explicado que, al igual que el inglés y el francés, el criollo y el pidgin han descrito plenamente la estructura gramatical capaz de ser implicada como idiomas de educación formal, siguen siendo relegados a un segundo plano como "idiomas corruptos o malos". En esta monografía se sugiere que los idiomas pidgin y criollo, en particular el pidgin nigeriano y el criollo mauriciano, se adopten para su pleno uso en la enseñanza de la alfabetización, especialmente en los casos en que los hable hasta el 80% de la población de un país, como se ha observado en muchas partes del África subsahariana, como Nigeria y Mauricio. Centrándose en el pidgin nigeriano y el kreol mauriciano, se ofrecieron algunas sugerencias prácticas sobre la forma en que estos idiomas pueden integrarse oficialmente en la educación formal.