En un tiempo en el que la estructura familiar está cambiando, parece necesario insistir en la elección de las prácticas educativas parentales. Los padres cuentan con distintas técnicas de disciplina para educar a sus hijos, pero son las técnicas inductivas de apoyo las que mejor ayudan al ajuste social y familiar de los hijos, además son las que disponen una mejor seguridad emocional y autoestima en los mismos. Junto a esto, es en la cultura de la juventud recreativa contemporánea en donde se van desplegando diversas modalidades lúdicas de experimentación con distintas sustancias psicoactivas los fines de semana. En estas diversas prácticas, se tiende a la ebriedad como límite del consumo relacionado al quiebre experimentado en el círculo de la diversión y del tiempo libre. Es por ello, que se considera fundamental examinar el tipo de relación que los hijos tienen con sus padres, y cómo esta relación influye en la formación del autoconcepto y en la predisposición al consumo de bebidas alcohólicas en los adolescentes. Debe resultar muy útil para aquellos profesionales que se dedican al trabajo con padres y adolescentes, o a los padres mismos que conviven con hijos adolescentes.