Los estándares internacionales de represión del terrorismo internacional como un paradigma político criminal para Argentina y Brasil se muestran como un lejano plan político criminal que ambos los países objetivaran como un medio de satisfacción a las obligaciones internacionales. En primer lugar porque estamos aún muy distantes de una realidad en donde el terrorismo sea un problema de orden para los principales países del MERCOSUR, en segundo lugar, por cuenta de esta imposición por así decir, de las organizaciones internacionales para estar en día con los compromisos asumidos en la "guerra contra el terror", ambos los países importan modelos de represión del terrorismo, estando en total disconformidad con su realidad marginal, social y de política criminal. El resultado es un aparato meramente simbólico para combatir un problema que no es realidad en Latinoamérica que es el terrorismo, pero por otro lado, una herramienta eficaz de control social.